domingo, febrero 28

la verdadera Guerra del Pacífico: Perú y Chile VS Terremotos

Hoy quiero escribir un poco sobre un tema serio: los terremotos. Es un tema que, queramos o no, es de incumbencia de todos los habitantes de países ubicados en el litoral del Pacífico y zonas que tienen otras fuentes sismogénicas (dorsales oceánicas, volcanes, fallas geológicas, etc.)

15 de Agosto de 2007. Esta fecha quedará en la memoria de miles de peruanos debido a que en su anochecer ocurrió uno de los sismos más fuertes de su historia. El brusco movimiento sorprendió a gran parte del país, centrándose en las regiones sureñas y centrales, generando desesperación, impotencia y terror.

27 de Febrero de 2010. Esta fecha quedará en la memoria de miles de chilenos debido a que en su madrugada ocurrió uno de los sismos más fuertes de su historia. El brusco movimiento despertó de su sueño a casi la totalidad del país, centrándose en las regiones centrales y sureñas, generando desesperación, impotencia y terror.

Podría seguir haciendo copy and paste y sólo cambiar fechas y horas de ocurrencia de estos desastres durante toda nuestra historia, dejando lo mismo: desesperación, impotencia, terror, dolor, daño, muerte. Lamentablemente esto va a continuar a lo largo de nuestra historia porque son eventos naturales y como tales fuera de nuestro control; lo cual no significa que podamos mitigar haciendo uso de la tecnología y las experiencias que nos dejaron los sismos pasados.

Algunos puntos que nos ayudan a comprender la terminología que se escucha en la tele y la radio luego de un sismo o terremoto:
  • Para diferenciar entre sismo y terremoto, algunos entendidos manifiestan: si puedes correr durante el evento, entonces es un sismo; si no puedes mantenerte en pie, entonces es un terremoto.
  • Un sismo o terremoto se origina por el movimiento natural de grandes bloques de roca llamadas placas tectónicas en el interior de la tierra. Cuando estas placas rozan, chocan o se rompen bruscamente entre ellas se generan ondas sísmicas que viajan a través de la tierra hasta llegar a la superficie donde se perciben los sacudones que pueden causar desde ligeros movimientos de objetos colgados hasta destruir edificios.
  • El epicentro es el punto superficial de la tierra que es la proyeccion del foco o punto donde ocurre el rompimiento de las placas tectónicas a cientos de kilómetros debajo de la superficie terrestre.
  • Un sismo o terremoto es un evento probabilístico. Es decir no se puede predecir con exactitud, pero debido a la recurrencia que tienen se tiene unos márgenes de probabilidad de ocurrencia. Así que no tiene nada que ver los cambios climáticos o fechas cabalísticas.
  • Dependiendo de factores como la distancia al epicentro, el tipo de suelo, las características de habitabilidad de la zona, etc.; tenemos muchas maneras de medir un sismo o terremoto. Las más comunes son dos: la Escala de Richter, mide la cantidad de energía liberada por el rompimiento de placa y son las instituciones geofísicas las que determinan su valor; la Escala de Mercalli Modificada, mide la sensación de movimiento de las personas respecto a un evento sísmico.
  • Los terremotos no son lo que matan a la gente, son las edificaciones que caen sobre las personas lo que causa la muerte.
En referencia a este último ítem. Es inconcebible construir edificios que no sean antisísmicos en nuestros países. Desde una vivienda hasta un edificio (sin mencionar colegios, hospitales y demás edificaciones importantes cuya antisismicidad está totalmente implícita). Lamentablemente, la memoria de las personas es muy débil. He percibido que inmediatamente después de un desastre hay mucho movimiento y deseos de mejorar las cosas, ideas para hacerlo, recriminación por descuidos, etc.; hasta pareciera que fuera un detonante para poder forjar nuevas urbes mejores a las anteriores.

Pero a medida que pasa el tiempo, y a nivel de sociedad y autoridades, esas ganas se van extinguiendo y se cae nuevamente en la informalidad, el descuido y con ello la repetición de errores pasados que fueron precisamente la causa de pérdidas humanas y materiales. De nada sirven las recomendaciones de técnicos en sismología, ingeniería y prevención de desastres (que los hay muy buenos en el sector privado y público), ya que autoridades locales y sociedad hacen oídos sordos a estas recomendaciones.

A éste punto creo que importante mencionar la importancia de las pérdidas materiales que ocasiona un terremoto. Sin querer ser un desalmado por hablar de ello en lugar de las pérdidas humanas, que por supuesto que son infinitamente mas importantes, apunto lo siguiente: si un ciudadano ordinario construye una vivienda (digamos de ladrillo cocido y concreto) sin considerar criterios antisísmicos, lo más probable es que esa vivienda quede inhabitable luego del terremoto, con daño estructural severo pero sin caerse, lo cual protege la vida de sus ocupantes. También existe la probabilidad que la vivienda se caiga o colapse, matando a sus ocupantes. En el primer caso hablaríamos de pérdidas materiales, en el segundo de pérdidas humanas y materiales.

Luego de un terremoto, viene la etapa de Reconstrucción. En esta etapa el país afectado haciendo uso de sus recursos y con el apoyo internacional empieza con la evaluación del daño, diagnóstico y elabora el Plan de Reconstrucción. En este Plan, se considera la ayuda a los damnificados por el terremoto y pone en marcha programas sociales, técnicos y políticos para acelerar el proceso de reconstrucción apuntando a una Reconstrucción Sostenible (es decir, que no se repitan errores del pasado y que se considere el crecimiento a futuro de las ciudades dentro de marcos productivos, educativos, salubres, etc.)

Volviendo a nuestro ejemplo del ciudadano que construyó su vivienda sin criterio técnico. En el mejor de los casos, solo tendríamos pérdidas materiales. En el Plan de Reconstrucción mencionado, el apoyo a ese ciudadano incluiría apoyo para: evaluación de su vivienda, diagnóstico de la vivienda (inhabitable), búsqueda de refugio para el ciudadano y su familia, dotar de servicios a los refugios (víveres, agua, abrigo, etc.). En el siguiente paso, el Plan contemplaría demoler la vivienda inhabitable (lo que significa que todo ese material invertido por el ciudadano estaría completamente perdido). Por último, se contemplaría la reubicación o la construcción de vivienda para el ciudadano mediante programas de vivienda y considerando los diferentes factores sociales e individuales.

En contraposición si el ciudadano construye con criterio técnico, la ayuda se reduciría a la evaluación de la vivienda (habitable con daños superficiales que el propio ciudadano podría realizar), dotación de algunos servicios que puedan afectar a la zona (víveres, agua, etc.). Con la suma de más ciudadanos que construyan adecuadamente; frente a un desastre la inversión en Reconstrucción será menor, el impacto en la población será menor, y consecuentemente el desarrollo no sería tan bruscamente interrumpido por un evento de estos que repito, de manera natural volverá a suceder eventualmente.

A la pregunta: Si el ciudadano es pobre y no tiene dinero para contratar ingenieros que diseñen sus viviendas ¿Quién tiene que facilitar ese criterio técnico al ciudadano ordinario?. La respuesta: en primer lugar para el caso de viviendas, los criterios de diseño antisísmico o sismorresistente, son fáciles de comprender y los indicados para brindarlos de una manera clara y sencilla son los técnicos de las oficinas de obras de las municipalidades distritales y provinciales. En segundo lugar, existen herramientas desarrolladas por organizaciones internacionales y por el Ministerio de Vivienda. Construcción y Saneamiento que, a pesar de los esfuerzos de ésta institución del Estado, no son eficazmente utilizadas por el personal técnico de las municipalidades por razones que no alcanzo a comprender.

Creo personalmente que la toma de conciencia de las personas y autoridades es sumamente importante para analizar este problema que no forma parte del pasado, sino del presente y futuro de nuestros países. Con la toma de conciencia de la importancia de la prevención y un constante y programado impulso de las buenas técnicas constructivas, adecuadas ubicaciones de los asentamientos de urbes y criterios de Ciudades Sostenibles; vamos a dar un paso importante en la mitigación de los daños de este desastre natural que nos toca afrontar a los pobladores de esta región.

Para finalizar, es indispensable la creación de un protocolo ante la ocurrencia de un terremoto. Es decir, las instituciones públicas y privadas, sociedad civil, fuerzas del orden, etc., deben saber exactamente que hacer inmediatamente después de ocurrido un terremoto, para que la rápida reacción permita minimizar los estragos. Cada sector desde su pertinencia organizaría y activaría los planes ya previamente preparados y todos trabajarían en coordinación hacia una oficina principal que debe ser creada o reforzada (caso ONEMI en Chile o FEMA en los Estados Unidos)

El último sismo ocurrido en Chile debería ser la última “escuela” en lo que a prevención se refiere. Es hora de prevenir y concienciar. Solo así estaríamos un paso más adelante en la verdadera Guerra del Pacífico: Perú y Chile VS los Terremotos.

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