martes, octubre 31

la esperanza del olvido

Entre la desesperación y la fé. Cuando leí esa frase del libro de memorias de Sábato, empecé a usarla mucho. Es que suena bonito: vamos, repitan esto en voz alta "Estoy, amigos mios, entre la desesperación y la fé".
Escoger palabras para nosotros, el común de los mortales, es tan fácil. Copiamos lo escrito, lo escuchado, lo cantado, etc.
Imagino a Sábato escribiendo lo que él quiso llamar sus Memorias de un Desmemoriado(que bueno que no llamó asi a su libro porque pienso plagiar ese título; con llamada al pie de portada por supuesto) en la penumbra de la tarde y con los mil recuerdos atormentado su genio. Y de repente llegan las palabras precisas para expresar lo que sentía en ese momento: desesperado por saber que el fin esta próximo y aferrándose a creer que ese fin le devolverá lo que la vida le quitó.
A puertas de mis 30 no creo merecer usar esa frase. Por eso que las frases de Wilde me atraen más ahora. Como aquella donde dice "Si acaso llegara a casarme, haré lo posible por olvidarlo", o "Ojalá pudiera yo tambien confiar en mi"
En fin, entre Sábato y Wilde hay diferencias irreconciliables. Así que tomo un poco de cada uno para decir "El matrimonio conlleva a la deseperación; ten fé, aún hay esperanza en el olvido"

domingo, octubre 8

tributo a los guns

Hoy domingo, como todo buen burgués, desayune algo tarde. Mientras los huevos se resistían a ser fritos y demoraban en la sartén, traté de sintonizar alguna estacion radial que me haga olvidar la modorra que particulamente en mi, significa las mañanas de todos los dias.
Pasando por canciones de rock, cumbia, musica criolla y perreo; escuché Sweet Child o'Mine, una vieja canción de adolescencia que por lo general me hacía parar en seco y oirla completa recordando sus letras y fachas del cantante que tantas veces trate de imitar sin el menor éxito por supuesto. Pero pasó algo extraño. Al oir la canción, mi reacción fue seguir pasando el dial como si fuera un sonido desconocido, o más aún desagradable, como el escuchar una canción de Tongo por decir lo menos.
En los pocos segundos que me quedaban; porque ya llegaban los huevos fritos y la leche humeaba apetecible en la mesa y vamos, no me iba a poner a filosofar teniendo ante mi esos manjares; pensé que yo sabia siempre eso de que la gente cambia de manera de pensar, pero creia que eso me iba a afectar más.
Sin embargo, sólo me preocupa como haré para desempapelar el cuarto de mi casa pegada con goma industrial con posters de las bandas de antaño, creo que necesitare maquinaria pesada para remover los muros.
Como sea, es bueno saber que el gusto por la leche (que segun cuenta mi mamá era hasta insolente) no ha cambiado en mi. Como dijo Jerry Maguire : Los lobos tomamos leche.