martes, febrero 19

mi casa a vista de pájaro

Para nadie son una novedad las fotos aereas que nos ofrece el Google Earth o el Maps en la Internet. Más de uno hemos buscado aquellos lugares que nos apasiona. Lugares donde hemos estado y lugares donde quisieramos estar alguna vez. O sólo hemos buscado la ciudad, calle, cuadra y casa de alguna chica para poder tener dominio del entorno en caso de requerir una fuga poco valiente pero muy conveniente en el momento oportuno.


Cuando conocí este programa tan divertido y fascinante, recuerdo haber "volado" a lugares como La Torre Eiffel en París, buscando los Campos Eliseos y siguiendo el serpenteante Sena buscar aquellos rincones contados en las novelas, películas y demas. Tambien recuerdo haber volado sobre La Gran Muralla China, para quedar maravillado de su magnificencia. El Polo Norte, tratando de imaginar como Scott y Amundsen lo conquistaron a costa de pérdidas irreparables. El Cristo Blanco de Rio de Janeiro, a buscar "la axila de Cristo" a solicitud de mi gran amiga Deinha. Las calles turcas de Samsun a pedido de mi otra gran amiga Esen. Las costas de Vancouver en Canadá tratando de divisar una ballena como lo hiciera la encantadora Meghan cuando paseaba con su padre y su mascota por la playa. El aeropuerto de Bogotá para sorprender a la guapa Fernandita abordando algun avión para cumplir su labor de sobrecargo. Las calles valencianas para hallar la casa de la chamita Luisana. La preciosa Valdivia con sus tres ríos que la rodean, tratando de distinguir entre tantas topícimas a la bailaora Nadia. Gran Canaria, la más linda de las Islas Canarias para ver a Alba echada en la playa mientras El Nano ladra alegremente al océano. El Congo Africano, pensando en hallar en algun momento a mi entrañable Carlos en amena plática con algun Amoako Makelelé.


Todas aquellas vistas (y otras que ahora no recuerdo, pero que seguro no estan en mi memoria pero si en mi corazón - qué cursi sono eso-!!!) fueron muy bonitas, me acercó más a la gente comprometida y que sepan que los estoy observando.


En una de las primeras visitas, traté de lograr ver Concepción. Triste fue mi sorpresa al notar que no tenia una digitilizacion suficiente como para poder ver sus cuadriculadas callecitas y sus campos verdes o amarillos dependiendo de la estación.


Hoy - despues de mucho tiempo- que por casualidad lo intenté, pude avisorar todo aquello que si bien se va perdiendo en mi memoria, aun sigue y seguirá en mi corazón ( la cursileria unida a la repetitividad de parafraseos si que dan ganas de dar por terminado esta entrada, pero con la peor de las penitencias: leer de noche y con vela el libro de memorias de Monique Pardo)


Pude ver mi casa al final (o al comienzo. Mi prima me dice que ella "sube" hacia mi casa. Yo sostengo que yo "subo" a la suya. Debate que tendrá que ser absuelto con la ayuda de un perito certificado del CIP) de la calle principal. Me ha dado nostalgia verla despues de tanto tiempo. Creo que a pesar de todo (con todo me refiero a lo mal que esta creciendo el pueblo) siempre querré visitarla, será por eso que aun no cambio mis datos de dirección en el DNI lo cual es un excelente pretexto para estar en épocas electorales por tierras concepcioninas.


Vean como nos miran los pájaros desde el aire y visiten aquellos lugares que les apasione*. Tal vez nunca podamos estar presentes en esta vida (que sepan que si bien mis convicciones religiosas son muy flacas, eso no significa que no crea que eso llamado "alma" exista de alguna manera que tal vez no imaginamos), pero o hemos estado o estaremos en aquellos lugares: de ahi el apasionamiento.

* Site del Google Maps
http://maps.google.com/

sábado, febrero 2

elucubraciones tusígenas

Hace poco más de una semana estoy con tos. Una tos que se hace insufrible especialmente en un verano limeño tan agobiante como el que tenemos este 2008. No alivia en nada que todas las tandas publicitarias de la tele muestren gente en la playa refrescándose del calor con las inigualables chelas heladas ni que lleguen al correo invitaciones a fiestas Luau que exigen que los participantes gozen de excelentes condiciones físicas para disfrutar la juerga en todo su apogeo.

Cuando empezaron los síntomas (leves picazones en la garganta y tímidas tosecillas) decidí cortar por lo sano y corrí a la farmacia a adquirir, como siempre lo hacía en estos casos, un blíster de Amoxicilina y una de Apronax(y es que aún creo en el Chemo). Pero al pasar de los días, acabados los medicamentos mencionados y adquiridos otros tantos; la tos persistía y es más, se ponía más rebelde.

Lo que antes me hacía bien, ahora no hace efecto alguno en mi. Como encuentro ocurrente buscarle la sinrazon a las cosas me pondre a elucubrar (elaborar una divagación complicada y con apariencia de profundidad*) algo al respecto de esta condición médica.

A algunas personas les afecta mucho los cambios, mientras que para otras sólo son circunstancias normales y convenientes. Creo que yo pertenezco al segundo grupo.

Cuando me vine a estudiar de Conce a Lima, tenía la firme convicción de volver en cuanto aprobara el último examen. Tenía la intención de continuar con la vida que llevaba. Me gustaba. Se la pasaba uno muy bien estando cerca a la gente querida y pensaba que no necesitaba más que ello. Pero, las cosas cambiaron, las personas queridas fueron disminuyendo (¿Culpa mia?, ¿Culpa suya? No. Mejor culpemos a la mafia fujimontesinista que eso esta de moda), se me presentaron otras oportunidades de trabajo, conocí gente buena, gente no tan buena, y en fin tantas cosas que hicieran que ya esté apunto de cumplir 4 años en Lima.

Pero volviendo al tema: este cambio, si bien es cierto que me intimidó en sus primeros momentos, a la larga se me hizo soportable y hasta agradable. Ahora me siento completamente aclimatado, por decir algo, en ésta ciudad tan fea como omnipresente en todo peruano.

Entonces, no me desespero cuando no me hace bien la Amoxicilina. Simplemente la cambio por una Eritromicina y ya está. No siento melancolía por la Amoxicilina, pero sé que sin ella no hubiera podido estar acá, por eso siempre tendre un cariño especial por ella. Estoy seguro que dentro de algun tiempo la Eritromicina no me hará efecto para la tos y tendré que buscar algo más. ¿Qué será? No lo sé, cuando la necesite la buscaré, por ahora: estoy bien.

*Definicion de elucubrar (RAE XXII Edición)