Hoy me he acordado que tengo un blog. Lo he abierto y releido parcialmente. Me han gustado algunas cosas escritas y me ha disgustado la manera como he descrito otras. Pero qué se puede esperar de una redacción que no ha pasado ningún filtro literario. En fin, creo que debo ir tachando de mi lista el nobel de literatura.Me he puesto a escribir sin tener ningún tema en especial. Lo dicho, solo quería dejar sentada mi posición acerca de la redacción de este soliloquio mio al que le tengo cierto aprecio. Y por ello, en los próximos minutos me voy a poner a pensar en un tema mientras tomo una VitaPyrena caliente...
Oops, la VitaPyrena me puso drogui. Seguiremos la entrada en el transcurso del día; como dijo Fito: "Hoy me quedo en casa lo de afuera no me interesa. Ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva...."
Quiero creer que el cielo de Lima se parece al de París. El cielo de Lima es gris, triste, desesperanzador y sobre todo amenazante. Cuando lo miro con detenimiento - cosa que en realidad no hago a menudo, que no soy un buscador de pesadrumbres- pienso que somos muy afortunadas las personas que tenemos ocupaciones y nos distraen de este paisaje tan desolador. Y no exagero.
....Luego de un tiempo al editar esta entrada para añadir la foto. Es la portada de una obra de Mario Vargas Llosa que como siempre, es altamente recomendable. En fin, el tema es que no he encontrado mejor foto que aquella de la portada. Creo que Vallejo y Ribeyro, quienes se inspiraron (deprimieron) con los cielos grises me den la razón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario