jueves, agosto 6

cielo panza de burro

Hoy me he acordado que tengo un blog. Lo he abierto y releido parcialmente. Me han gustado algunas cosas escritas y me ha disgustado la manera como he descrito otras. Pero qué se puede esperar de una redacción que no ha pasado ningún filtro literario. En fin, creo que debo ir tachando de mi lista el nobel de literatura.

Me he puesto a escribir sin tener ningún tema en especial. Lo dicho, solo quería dejar sentada mi posición acerca de la redacción de este soliloquio mio al que le tengo cierto aprecio. Y por ello, en los próximos minutos me voy a poner a pensar en un tema mientras tomo una VitaPyrena caliente...

Oops, la VitaPyrena me puso drogui. Seguiremos la entrada en el transcurso del día; como dijo Fito: "Hoy me quedo en casa lo de afuera no me interesa. Ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva...."

Quiero creer que el cielo de Lima se parece al de París. El cielo de Lima es gris, triste, desesperanzador y sobre todo amenazante. Cuando lo miro con detenimiento - cosa que en realidad no hago a menudo, que no soy un buscador de pesadrumbres- pienso que somos muy afortunadas las personas que tenemos ocupaciones y nos distraen de este paisaje tan desolador. Y no exagero.

Que diferencia con el cielo bajo el cual crecí y que, aunque ya son muchos meses que no lo veo, recordaré siempre porque el color celeste hermoso es un color que dificilmente se te olvida. Y en las noches, jolines, qué cielo para admirable. En las noches despejadas es posible contar las estrellas, no lo hacemos porque dicen que es de mala suerte y porque el concentrarte por centesimas de segundo en una de las tantísimas estrellas te hace perder el panorama sencillamente encandilador.

Lo único de bueno del cielo de Lima es que me hace creer que los parisinos tambien tienen un paisaje similar cuando alzan la mirada. Y es que aún tengo las ganas de ir a París, caminar por sus calles y tomarme un café mientras escucho que desde algún balcón alguien toca "la vie en rose" - aunque según una peli que vi hace una porcion de años, ese "improvisado" violinista ha sido adiestrado a tocar para crear el ambiente de romanticismo y tradicion parisense.

En fin, buscaba un tema para escribir algo. Viendo el cielo limeño a través de mi ventana, dejé sentada mi posicion respecto a esta bóveda gris que no sé por cuanto tiempo más tendré sobre mi vida.

Buscando alguna foto para esta entrada -que queda pendiente- encontré un blog donde el autor al comienzo dice "Ningún limeño sueña con llegar al cielo". Jolines, cómo no se me ocurrió!!!*

....Luego de un tiempo al editar esta entrada para añadir la foto. Es la portada de una obra de Mario Vargas Llosa que como siempre, es altamente recomendable. En fin, el tema es que no he encontrado mejor foto que aquella de la portada. Creo que Vallejo y Ribeyro, quienes se inspiraron (deprimieron) con los cielos grises me den la razón.

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