domingo, octubre 8

tributo a los guns

Hoy domingo, como todo buen burgués, desayune algo tarde. Mientras los huevos se resistían a ser fritos y demoraban en la sartén, traté de sintonizar alguna estacion radial que me haga olvidar la modorra que particulamente en mi, significa las mañanas de todos los dias.
Pasando por canciones de rock, cumbia, musica criolla y perreo; escuché Sweet Child o'Mine, una vieja canción de adolescencia que por lo general me hacía parar en seco y oirla completa recordando sus letras y fachas del cantante que tantas veces trate de imitar sin el menor éxito por supuesto. Pero pasó algo extraño. Al oir la canción, mi reacción fue seguir pasando el dial como si fuera un sonido desconocido, o más aún desagradable, como el escuchar una canción de Tongo por decir lo menos.
En los pocos segundos que me quedaban; porque ya llegaban los huevos fritos y la leche humeaba apetecible en la mesa y vamos, no me iba a poner a filosofar teniendo ante mi esos manjares; pensé que yo sabia siempre eso de que la gente cambia de manera de pensar, pero creia que eso me iba a afectar más.
Sin embargo, sólo me preocupa como haré para desempapelar el cuarto de mi casa pegada con goma industrial con posters de las bandas de antaño, creo que necesitare maquinaria pesada para remover los muros.
Como sea, es bueno saber que el gusto por la leche (que segun cuenta mi mamá era hasta insolente) no ha cambiado en mi. Como dijo Jerry Maguire : Los lobos tomamos leche.

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